Desde hace unos meses que Katherine Santos se encuentra en Estados Unidos ¿La razón? Lleva dos semanas cursando el Doctorado en Innovación y Desarrollo Global, en Arizona State University, número #1 en Innovación en Estados Unidos y una de las mejores del mundo. Un desafío importante en la carrera de Katherine, quien ve con buenos ojos esta oportunidad, dado que le permite generar conexiones, que justamente podrían ser beneficiosas para organizaciones y startups de Chile, además de lograr una visión integrada de los procesos y ecosistemas.

Katherine Santos es Ingeniera Comercial y cuenta con más de 10 años de experiencia en la gestión de innovación y el emprendimiento científico, con énfasis en la transferencia tecnológica, desarrollo de ecosistemas de innovación y, en la formulación y evaluación de proyectos. Se ha desempeñado en la academia, donde coordinó el proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, gestionó procesos de transferencia tecnológica e implementó metodologías de emprendimiento, de la Universidad de Valparaíso y como jefa de ecosistema y transferencia en el Instituto Profesional AIEP, donde diseñó una ruta de apoyo al emprendedor, fondos concursables para potenciar el emprendimiento y la innovación en la comunidad, además de liderar la creación de reglamentos de PI y transferencia tecnológica, con el fin de desarrollar capacidades innovadoras y emprendedoras de los estudiantes, docentes y colaboradores.

A su vez, ha trabajado en el sector público, en la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), lugar en el que fue la encargada de procesos y concursos y, participó en la generación de bases concursales, control y seguimiento de proyectos.

“Desde el pregrado me interesé por el área de Economía y saqué una especialización en formulación de proyectos. Luego me puse a trabajar en evaluaciones económicas en el EULA -Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción- y, de ahí, me fui a la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, donde apoyaba los proyectos de investigación con fondos públicos. En este espacio ya estaba viendo temas de transferencia tecnológica”, afirmó.

Su incursión en el mundo del emprendimiento científico surgió justamente al ingresar al Magíster en Innovación, de la Pontificia Universidad Católica de Chile. “Ahí comencé a ver temas de Venture Capital, ecosistemas de emprendimiento regionales y mi tesis la hice en las incubadoras de negocio (…) Entonces me fui haciendo camino involuntario y terminé conociendo la I+D+i+e, en mi experiencia profesional y también, en mi formación”, sostuvo.

Una mirada global

Katherine comentó que en Chile hay buenos instrumentos de financiamiento para desarrollar investigación básica, aplicada y también, para que se empiecen a generar ecosistemas de emprendimiento a nivel regional. Eso sí, advirtió, que deben evaluarse, si que tienen el efecto deseado y, por otra parte, darles continuidad, ver una hoja de ruta. “Hay que acompañar e invertir mucho más en ciencia y tecnología, porque no te sirve de nada entregar financiamiento a emprendedores en etapas tempranas, sabiendo que después van a quedar solos y no van a tener ninguna opción para seguir avanzando (…) Del poco tiempo que llevo acá, me he fijado en que la universidad sabe que su tercera misión tiene que ver con su vinculación con el medio y, por ende, apoyan mucho a las Oficinas de Transferencia Tecnológica. En Arizona hay un centro de I+E, donde colaboran con muchas empresas, los vinculan con Venture Capital, hacen rondas de negocios, se les entregan financiamiento a los estudiantes desde el principio. La universidad está mucho más empoderada en Estados Unidos y entiende que una de sus funciones es apoyar a los investigadores a que puedan desarrollar sus propios spin-offs y también entregarles a los estudiantes metodologías de emprendimiento”, enfatizó.

Destaca que en la medida en que se empiecen a desarrollar estos ecosistemas regionales, pero no liderados por una sola universidad o dedicados a una sola área, sino involucrando a la academia, al Gobierno, a la industria y a los movimientos sociales, se generará la descentralización, enfocándose en las problemáticas locales, fuertes en cada región, lo que no quiere decir de que no piensen en la internacionalización. “Las startups exitosas han visto una problemática global, entendiendo que no hay fronteras y no están solucionando un dificultad local.  El ecosistema va creciendo en la medida de que los mismos emprendimientos se van desarrollando y avanzando en sus etapas de desarrollo”, dice.

Aterrizaje en ZENIT Chile

Katherine espera aportar al equipo ZENIT en sus áreas de investigación, relacionadas con las políticas públicas orientadas a la ciencia, tecnología e innovación, específicamente en transferencia tecnológica y ecosistemas de emprendimiento. “Podré generar contactos y evaluar cómo funciona el ecosistema acá (EEUU). No replicar, sino aprender aquello que podría operar bien en Chile, de acuerdo con su realidad (…) Ser parte de ZENIT, me permite seguir vinculada a Chile y aportar lo que sé, mientras termino mi doctorado “, expuso.